A pesar de que amenazaba lluvia, no cayó ni una gota.
Después de la visita al Parque nos fuimos todos a la playa. El día estaba nublado, pero hubo quienes nos bañamos. El agua del Cantábrico estaba riquísima.
La escultura del archiconocido Karlos Arguiñano
Cielo gris en Zarautz
Las madres del cole.
La marea fue subiendo y al final tuvimos que abandonar, primero las toallas, luego los bancos verdes y al final la playa.
En las calles de Zarautz se disputaba un Triatlón.
En el paseo marítimo había un parque de juegos.
Llegamos a casa, sanos y salvos. Un diez para el conductor.